5º - La situación obrera

En la época de la Revolución industrial, no se les trataba igual a los obreros que a las demás personas.

A los obreros se les trataba como si fueran inferiores a los demás y por eso sus casas eran pequeñas y con pocas ventanas.

Las calles de los barrios obreros que se situaban alrededor de las fábricas eran la mayoría de tierra apisonada, todo lo contrario de las calles de los barrios residenciales.

Los barrios residenciales tenían las calles adoquinadas, con alcantarillado y alumbrado público y el suelo no era de tierra apisonada.
Las casas eran grandes y luminosas y contaban con su propio jardín y huerto.